¿Tenés un jefe con un carácter complicado? No olvides que siempre debés procurar tener con él una buena relación. ¡Seguí estos consejos!
Cuando tenés un jefe difícil lo mejor es aceptarlo y saber enfrentar esos momentos.
Tratar con personas complicadas nos desestabiliza emocionalmente. ¿Cuánto más nos afecta si es nuestro jefe?
Un primer paso implica entender los motivos que lo impulsan. Muchas veces puede ser parte de su carácter, en ese caso es poco probable lograr un cambio. Pero si actúa con hostilidad a causa de las exigencias que le implican su función es más fácil impulsarlo.
“Si bien personas así estimulan una reacción negativa, agresiva y equivalente a la que manifiestan es fundamental manejar esas emociones”, afirma la Lic. Marilyn Puder-York, especialista en psicología laboral de la Asociación Americana de Psicología de Estados Unidos.
Por el contrario, la profesional afirma que hay que trabajar para comunicar las propias inquietudes de una forma positiva y útil para facilitar un buen ambiente para la resolución de problemas. Si por miedo a las represalias no se abre el diálogo se pierde la oportunidad de lograr una solución de fondo.
El jefe difícil es probable que nunca se muestre conforme con los resultados. Ello no debe implicar desaliento sino la posibilidad de fijar metas propias que no se focalicen en la mirada “negativa” del jefe.
“Conviene motivarse de manera autónoma. Recurrir a satisfactores internos como el desarrollo profesional y/o personal. Un reto que lleve a la innovación y avance en lo laboral”, explica Diego Cardona, Decano de la Escuela de Negocios de la Universidad del Norte de Colombia.
Considerar las críticas como información valiosa puede servir para mejorar su rendimiento a la vez que posibilita trabajar junto a su jefe en un plan común.
Si no se siente capaz de manejarlo o se siente abrumado recurra a un especialista que lo haga sentir más preparado para manejar las tensiones, concluye Puder-York.
Claves para enfrentar a un jefe complicado
• Neutralice las emociones negativas para no profundizar el malestar de ambos.
• Vea las críticas como información clave para mejorar su desempeño.
• Intente establecer un diálogo. Comunique sus inquietudes del modo más positivo y útil posible. No lo enfrente.
• Cultive la tolerancia, la madurez y la paciencia que contribuyen a preservar un buen clima organizacional.
• No compita, sea un aliado. Muéstrese siempre proactivo y dinámico.
• No fije sus objetivos basados en las reacciones negativas de su jefe. Sino en las expectativas que la organización tiene de usted.
Por Estrategia Salud