Es probable que tengas grandes ideas y proyectos, ganas de implementar medidas que resultarán en mejoras importantes para la empresa en la que trabajas, pero tu principal obstáculo sea tu jefe, quien no se encuentra tan entusiasmado como vos o te frena tus iniciativas. Leé algunos consejos que podrán ayudarte.
Es muy frustrante tener que estar limitando tus proyectos por la persona que menos pensarías: tu propio jefe.
Originalmente el jefe es la persona que debiera facilitarte el camino para avanzar, pero la realidad es que no siempre sucede así.
Las causas por las que tu jefe frena tus iniciativas pueden ser variadas, dependiendo de cuál sea la causa, será la acción que tomes. Lo recomendable es que investigues cuál o cuáles son esas razones para que actúes en consecuencia.
Tu jefe en un año se jubila. Es probable que, como ya está prácticamente a punto de retiro, sólo esté pensando en lo que hará en su tiempo libre y ya no quiere echarse más problemas encima.
Recomendación: cuando le presentes una iniciativa o proyecto, asegurate de que a tu jefe le quede claro que asumís la total responsabilidad de ellos. Incluso que para presentar la iniciativa o dar los resultados vos mismo los podés exponer ante el equipo directivo. Hasta te va a servir esta estrategia porque te empezaá a posicionar frente a la compañía.
No tenés química con tu jefe. Este es un caso difícil pero manejado con inteligencia y paciencia podrás salir adelante.
Recomendación: proyectale mensajes de que te gusta trabajar en equipo con él o ella. Aunque tengas muchas ganas y razones para ello, evitá criticarlo frente a terceros. Si hay algo que le tengas que rebatir, centrá tus argumentos en ventajas y desventajas de los proyectos, nunca personalices el problema, es decir, nunca te dirijas a él haciéndole sentir que es incompetente o algo parecido.
Investigá cuáles son sus aspiraciones profesionales y trata de alinear tus iniciativas con dichas aspiraciones, así tendrás más posibilidades de influir sobre él.
Tu jefe es inseguro. Aunque pudiera ser paradójico, a lo mejor vos sos una persona más segura que tu jefe.
Recomendación: sutilmente convertite en su coach. Cuando haga algo bien, felicitalo. Dale recomendaciones de mejora sobre su trabajo, pero manejá esto con mucho tacto, tal vez le podrías decir algo así como: “Arrancar esta campaña el próximo mes sería muy beneficioso para la compañía, ¿pero qué tal si nos adelantamos y la lanzamos en 15 días?… Mis razones para proponer esto son las siguientes…”
De esta manera ganarás rápidamente ascendencia y se te facilitará implementar tus propios proyectos o iniciativas.
Tu jefe teme que puedas brillar más que él. Y a lo mejor se apropia de tus ideas y las expone frente a otros como suyas haciéndote a un lado y evitando que participes en su implementación.
Recomendación: siempre que le presentes un proyecto o idea, hacelo por escrito, poniendo tu nombre y la fecha. De esta manera quedará por sentado quién está generando la iniciativa.
En toda junta que tengas con tu jefe en donde traten avances del proyecto, inmediatamente después de ella elaborá una minuta o bitácora sobre los avances y acuerdos tomados. Mandale una copia a él “para darle el adecuado seguimiento a lo platicado”.
Tu jefe anda en malos pasos. Si sos bien intencionado pero tus iniciativas y proyectos podrían poner en evidencia algo que esté haciendo mal o, incluso, que está aliado con la corrupción, tené la seguridad de que te está viendo como una amenaza.
Recomendación: jamás te ensucies las manos. No vale la pena. Tus talentos, virtudes y cualidades valen muchísimo más que todo el oro del mundo. No hay nada más estelar que un líder con un historial limpio.
Lo mejor será denunciar los hechos. No sea que a la vuelta de la esquina quedes involucrado sin querer. Pero si por alguna razón no querés tomar acción en este sentido, cuando menos, buscá que te transfieran a otro departamento. Hacé lo que desees pero alejate de inmediato. No te trae nada bueno acercarse mucho al fuego.
El líder se forja venciendo los obstáculos de cada día con inteligencia e infinita paciencia. Hacé lo que te corresponde pero no tomes como una desgracia lo que te esté pasando. Al contrario, estas situaciones retadoras son las que te estarán ayudando a pulir tu talento como líder. Así que recíbilas abiertamente y enfrentalas con valor.
Por Lety Barrios
Fuente: www.leticiabarrios.com