La imagen en la oficina
El trabajo en una oficina puede ser muy estresante, y más aun si tu entorno es competitivo. Por ello, lo mejor es estar preparadas para volvernos un elemento necesario, confiable y después, indispensable. A continuación te damos algunos tips para lograr una imagen positiva en la oficina.
Conoce a tu superior: No todos los jefes son iguales. Algunos pueden perdonarte una tardanza, mientras que otros estallan si llegas cinco minutos tarde. Otros son desorganizados, y hay quienes no toleran el desorden. No hay una fórmula universal, por lo que debes conocer a tu jefe y adaptarte a sus exigencias más importantes. Si tu jefe valora las propuestas, anota en tu agenda algunas ideas y proponlas en las reuniones: te ganarás algunos untos extra.
Si es exigente con el tiempo de entrega, asegúrate de mantener tu trabajo actualizado y listo para responder a un ¿cómo vas? Evita alabar demasiado a tu jefe, porque se dará cuenta inmediatamente de lo que buscas.
Participa en las reuniones: Una reunión es un intercambio de energía, y tu jefe necesita que lo retroalimenten, no puede hablar solo todo el tiempo. Asimismo, con esta actitud demuestras que no te da miedo hablar en público, una cualidad inapreciable para muchos. Busca enriquecer la discusión y aportar nuevas perspectivas, pero no te apoderes de la voz de la reunión por más de 10 minutos.
Cuida tu look: Vístete de forma profesional. No intentes intimidar al resto con tu figura, o verte súper sexy en un ambiente laboral: eso guárdalo para las salidas de fin de semana. Adáptate al estilo y el look de la empresa, pero conserva tu estilo personal. No te apartes mucho del look general, y si personalizas tu atuendo, hazlo por medio de accesorios.
Organízate: Ten tu escritorio siempre ordenado y limpio. Muchos jefes son muy quisquillosos con la limpieza y el orden. Organiza tus archivos, tanto físicos como los de tu PC, y deshazte de los documentos inservibles.
Comparte tus ideas: La idea es demostrar que en el trabajo funcionas de forma colectiva más que individual. Procura estar siempre atenta a escuchar los aportes de tus compañeros de trabajo y a partir de sus necesidades comparte soluciones y métodos propios que piensas que podrían beneficiarlos a ellos y al trabajo de todos también. Eso sí, trata de no convertirte en la compañera de trabajo que todo lo sabe y a quien todos deben imitar. Esto puede ser muy perjudicial al momento de crear buenas relaciones interpersonales.
Fuente: www.elpoderdelamujer.net
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