Cuando estamos en Internet transferimos pautas de comportamiento de la comunicación hablada o escrita, coloquial o dialogada, al lenguaje de Internet más o menos textual y más o menos implícito.
Esas pautas tienen elipsis importantes por un lado y por otro no tienen en cuenta las características comunicacionales de la nueva situación que se crea. Las circunstancias que se dan pueden, como en el caso anterior, provocar situaciones de poca o de mala, de equívoca o de falsa interpretación. Esto de entrada plantea la necesidad de un esfuerzo adicional en dos circunstancias:
– Aumentar el carácter explicito de la comunicación, supliendo recursos de otro tipo (gestuales, grafismos,..) por una explicitación textual de carácter complementario, con carácter general.
Y, comoquiera que el público siempre es heterogéneo y lo que a unos le parece escaso a otros le parece superfluo, pedir excusas o dar justificación del porqué las cosas son así, al poco que demos una explicación adicional. Hay quien dice que en Internet siempre estamos pidiendo perdón.
– Este hecho viene fortalecido además por otro: la coexistencia de novatos o neófitos en Internet, con usuarios ya avezados (veteranos). Hay reglas o metarreglas que invitan a repetir periódicamente ciertas pautas de netiquette, como es por ejemplo el ruego de que lean los archivos de las listas de distribución.
Fuente: www.protocolo.org